La madre de los monstruos: La desgracia viene de tus entrañas
Reminiscencias que llegan a la mente de cada uno y que perpetúan sucesos paranormales encarnados en realidades familiares. Quizás sea el punto de partida del relato corto de Guy de Maupassant: “La Madre de los Monstruos”.
En esta historia nos cuenta el protagonista y narrador del cuento como viendo a una mujer hermosa en una playa llegaron hasta él los recuerdos de otra dama que conoció en el pasado.
Esta otra señora, debido a un supuesto fallo del destino quedó embarazada joven, preciosa y soltera de modo que decidió que el mejor modo de deshacerse de esa contrariedad podría ser la agresión física contra su cuerpo presionando violentamente su vientre intentando producir un aborto. Nunca llegó a funcionar su técnica así que dio a luz a un niño desfigurado, un monstruo venido de su propio interior. Lo que al principio parecía una maldición, más tarde le colmaría de una generosa prosperidad ya que cuando la mujer descubrió que había personas que estaban buscando gente así para sus espectáculos, comenzó a repetir el proceso para poder obtener riquezas vendiendo a sus niños engendros. Y así creó infinitud de fenómenos, todos ellos diferentes y a la vez similares.
La pregunta es: ¿qué parecido guardan las dos mujeres? La primera estaba acompañada por sus retoños también, todos ellos deformes. Eso sí, esta bella mujer estaba casada y no tenía que ocultar a sus hijos, pero claro, a las mujeres guapas les encanta llevar corsé.
La belleza exterior de una mujer puede valer la destrucción de todo lo que le rodea. No importa la fealdad de las entrañas, ni que el padre de las criaturas sea el mismísimo Diablo.